Pregunta. ¿Qué es el laogai?
Respuesta. El laogai es muy común en China. Nadie habla de encarcelamiento. Se habla del laogai. Es el vasto sistema de reforma por el trabajo que existe en la República Popular China. Lo creó el Partido Comunista bajo la dirección de Mao Zedong, y servía entonces y sirve hoy como un instrumento de la dictadura para detener y encerrar tanto a los disidentes políticos como a los criminales. Lao significa trabajo; gai, reforma, lavado de cerebro.
P. ¿Cuál es la función política del laogai? ¿Y la económica?
R. Muy sencillo. Usar a los prisioneros como fuerza barata de trabajo, incluso gratuita, en manos del Partido Comunista y reformar a los reos a través del trabajo duro y el adoctrinamiento político. Desde el punto de vista económico, se explota a los prisioneros para financiar con divisas el régimen comunista. En 1991, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley que prohibía las importaciones de productos cultivados en campos de trabajo forzado. Y los chinos dicen que no lo hacen, que los productos de los campos laogai no son para exportación. Pero en realidad, sí. Lo que pasa es que son exportados indirectamente. Las empresas de laogai son los productores, pero no los venden directamente al extranjero, sino a una compañía de comercio estatal, y ésta, a su vez, los venden en el extranjero. La gente debería ser consciente de que, cuando se compra un juguete made in China, en muchos casos se están comprando las lágrimas y la sangre de un preso.
P. ¿De cuántos presos hablamos?
R. Imposible saberlo. No hay cifras. Puede ser tan alta como diez millones o quizá sólo cinco. Hoy día rondará los tres o cuatro. Tampoco sabemos el número de muertos, por inanición, enfermedad, palizas o frío, pero no bajará de los 37 millones.
P. Entonces, ¿existe hoy el laogai?
R. Existe como sistema. ¡Claro que existe! [sube el tono de voz, indignado]. Lo único que sucedió es que, tras una comparecencia mía en el Congreso de Estados Unidos y unas declaraciones al diario The Washington Post en las que decía que me gustaría ver incluida esa palabra en el diccionario de Oxford, pues... en China se armó gran revuelo y decidieron seguir con el mismo método, pero lavándole la cara. De laogai pasaron a llamarse cárceles..., pero es la misma tragedia olvidada.
P. ¿Quién ocupa hoy ese tipo de cárceles?
R. Eso ha cambiado algo. En China, en los primeros 30 años de la Revolución, entre 1949 y 1979, la mayor parte de estos encarcelados fueron prisioneros políticos. En China dividieron a la gente en diferentes clases. La clase burguesa, la clase propietaria, la clase trabajadora y la clase campesina. Las campesinas y trabajadoras las calificaron como las clases revolucionarias. La burguesa y la propietaria, hicieran lo que hicieran, eran las enemigas de clase. Lo que sucedió es que muchas, muchísimas personas, sólo por pertenecer a una de esas dos clases, fueron enviadas a los campos. En los primeros 30 años, tal vez el 80% de los prisioneros estaba allí simplemente por su clasificación social. Ahora, en los campos de prisioneros las cifras se han invertido. El 80% son presos comunes, y el 20% restante, políticos. Pero quiero dejar algo bien claro. Ya seas un violador, un narcotraficante o un ladrón de bancos, y aunque nada tengas que ver con política, te siguen mandando al laogai y, previamente, tienes que renunciar a tus creencias políticas y religiosas. Tienes que reconocer que vives por y para el comunismo, ése es el objetivo.
P. ¿Cómo es posible que en China existan 13.000 trasplantes de órganos al año si no hay donaciones?
R. De nuevo la misma respuesta: laogai. El primer país del mundo en trasplantes de órganos es Estados Unidos (50.000, todos registrados); el segundo, China. De esos 13.000 trasplantes, el 95% procede de prisioneros ejecutados. Nuestra fundación estima que cada año existen entre 8.000 y 10.000 aniquilados en los campos de trabajo. La farsa llega tan lejos que la exposición conocida como Bodies, que exhibe las entrañas de los cuerpos humanos, se componía de cadáveres de ciudadanos chinos. La compañía americana que lo financió se llama Premier... Una de las exhibiciones fue en Rosslyn [afueras de Washington]. Yo la vi. Y comprobé que eran todos chinos jóvenes y varones. Quisimos preguntar al Gobierno chino: ¿quiénes son?, ¿quieres ver allí a tu hermano? Claro que no. Pero no hubo respuesta.
P. ¿No salva nada de los casi 60 años de República Popular China?
R. Sin derechos humanos no hay nada que salvar. China tiene una ley de control de la población. Eso es un tema de derechos humanos. Cada mujer en China, el 22% de la población mundial total, y no es ninguna broma el dato, no tiene importancia si está casada o soltera, pero tiene la obligación de pedir permiso al Gobierno si quiere tener hijos. Dar a luz es un derecho humano, pero el Gobierno lo impide. Además, sólo se permite tener un hijo o una hija. Ese hijo aprenderá lo que son hermanos y hermanas en el diccionario porque jamás los tendrá. Tampoco tendrá tíos o tías... Ésa es la realidad. En China no hay libertad. Ni de pensamiento, ni de reunión, ni de religión.
P. China se está preparando para un gran acontecimiento este verano: los Juegos Olímpicos. Pekín cree que ésta es una buena oportunidad para proyectar una imagen distinta del país...
R. Los Juegos duran exactamente 18 días. Los derechos humanos son permanentes. Hablaremos de las olimpiadas en China hasta agosto. Después de ese mes no se volverá a hablar de ello. Cierto es que los Juegos son una oportunidad para que se enfatice el tema de los derechos humanos. Pero si los países no intervienen, no actúan, no emplean algún tipo de bloqueo con China..., seguiremos contando muertos. Ya sean del laogai o de Tiananmen.
P. En su opinión, ¿cómo debería actuar la comunidad internacional con China?
R. Estados Unidos no tiene relaciones con Cuba. Ni con Corea del Norte. Y sin embargo, Bill Clinton negoció acuerdos millonarios con el régimen chino, una dictadura comunista corrupta. George W. Bush recibe sin sonrojo al presidente de China... Podría seguir... Su país, ¿qué hace su país? Nada, como el resto del mundo. Nadie hace nada. ¿Y por qué? Por el dinero. Ésa es la única razón. Hay mucho dinero en juego.
P. ¿Está cansado? ¿Enfadado?
R. No estoy enojado. Ya se ha terminado. Ha terminado [se emociona e intenta contener las lágrimas]. Aunque a veces siento que todavía estoy allí. Y entonces veo a Bush dando la mano y la bienvenida al líder de China... Eso es terrible. Tras la II Guerra Mundial existieron los juicios de Núremberg... ¿Qué pasa con China? [No hacía falta preguntar si está cansado. Su cansancio lo arrastra desde que abandonó su país hace más de dos décadas. Desde entonces ha vuelto en varias ocasiones. Una de ellas, para filmar secretamente un documental de CBS de la serie 60 minutes sobre los laogai. En esa ocasión hizo un testamento antes de abandonar California...].
P. ¿Qué recuerdo le atormenta más de aquellos días?
R. Tengo muchos, todos ellos terribles, pero uno de los que más me obsesionan es aquel día en que ayudaba a otro preso a recuperarse y... finalmente lo mataron. Se murió. De hambre. Era el silencio. Allí estábamos todos tumbados, era de noche, unos al lado de los otros, apretujados por la falta de espacio. Todos callados. Nadie se reía. Nadie gritaba. Nadie lloraba. Todos los días llegaba gente. Todos los días se llevaban a los muertos. El idioma que se hablaba era el de la muerte. "¿Donde está el señor Lee?". "Se lo llevaron como un rollito de primavera". Terrible.
P. Usted ha vivido para contarlo...
R. Sí, pero no soy un héroe. Si eres un héroe, te mueres. Cuando eres un héroe rechazas los interrogatorios. Si luchas, te mueres. ¿Querían que reconociese un crimen? Reconocí mi crimen. Lo que sea. Abandoné mi condición de ser humano. Me reduje de un ser humano a un títere.
P. ¿Llora?
R. Durante muchos años no sabía lo que eran las lágrimas. Nunca lloré. Escuchaba a la gente muriéndose y no sentía nada. Cada mañana me levantaba e iba a trabajar. Así era todos los días, durante 20 años. Por la tarde, cuando regresaba era para buscar comida. Robaba la comida de otros. Me iba a dormir. Eso era todo.
P. ¿Sigue siendo católico?
R. No. Era católico. Era católico cuando tenía 20 años. Después, durante 20 años en el laogai... Dios no me sirvió.
P. ¿Cuándo dejó de ser Wu Hongda para convertirse en Harry Wu?
R. Desde que llegué a Estados Unidos cierro la puerta de mi casa con cerrojo para no dejar entrar al pasado. No quiero saber nada de la política, no quiero leer periódicos. Sólo quiero disfrutar el resto de mi vida. Aunque eso es muy difícil. Pero soy un hombre libre. Me acuerdo de tanta y tanta gente que no es libre... Tantos y tantos. Tú no entiendes, nadie entiende. Tengo 71 años y el final de mi camino está próximo. No me importa. Casi crucé esa línea dos veces. Ahora soy Harry Wu. Un hombre libre. Con una esposa y un hijo de 10 años, Harrison. No me importa ya cuánto tiempo me queda.
diumenge, 27 d’abril del 2008
L'altra veu de Xina
Ja t'hauràs adonat que en aquest blog hi ha cabuda per tot. De fet, escric allò del que vull guardar un record, un registre. Avui he llegit una entrevista a Harry Wu, dissident xinès que va patir durant 20 anys la inhumanitat de viure en un camp de concentració pel crim de sostindre unes idees diferents a les del règim del seu país. Deixo aquí l'entrevista, per que no la vull oblidar:
Publicat per Asimetrich en 16:01
Etiquetes: drets humans, món, política
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4 comentaris:
La teva companya xinesa no ha vist aquest post, oi? I si l'ha vist o n'has parlat, que en pensa?
jejeje, la meva companya no entén el català. I no penso treure-li el tema, per que no és algú amb qui es pugui mantindre una conversa com aquesta. Diguem que hi ha certs llocs al món i certa gent amb la que més val no parlar d'aquestes coses, nosaltres tenim pocs tabús, però altres en tenen molts.
Fa una estona que estava pensant que volia escriure alguna cosa que havia vist o llegit i no em venia al cap! fins que al final se m'ha encés la bombeta de la neuroneta!
La setmana passada, no sabria ben bé on, tampoc us passeu la meva bombeta s'encén durant tres segons i au! vaig veure un documental, on parlaven de xina i internet, pot ser asimetrich tu que llegeixes tant ja saps de què parlo, però per si de cas...
La cosa anava sobre la llibertat d'expressió a Xina i com internet cada cop més ha evolucionat, i per tant el govern repressiu d'aquest país ha hagut de fer mans i mànigues per controlar aquest medi, i sortia un noi parlant, que formava part d'una organització de Drets Humans (que durant tota l'entrevista el va estar seguint un mercedes negre del govern, era ELLOS!! LOS HOMBRE DE NEGRO), com el govern havia aconseguit que certs buscadors com google no permetin l'accés a certes pàgines web segons la paraula clau introduïda com molt bé ensenyava el noi.
Però lo més fort de tot, era el buscador YAHOO que personalment ja em desagradava però ara ja no m'ho posaré mai més, yahoo a tot internauta des de xina que intenti accedir a certes pàgines que el govern consideri prohibides, automàticament informa al govern des de quina IP s'ha realitzat, dona la direcció e-mail (si es yahoo) del usuari així com el seu pasword!!!!! i d'aquesta manera el germà d'un dels que sortia al documental es trobava a una "presó" d'aquestes que comentava Asimetrich, i el pobre senyor des de el programa demanava si us plau, a yahoo que deixés de col·laborar amb el govern en aquests casos, perquè el seu germà es trobava a la presó, la dona d'ell treballava per l'administració i la van fer fora, i els fills no tenia casi que menjar perquè no tenien diners....em sembla que el món occidental no tenim ni idea de les coses que passen al món oriental i a vegades no en volem saber res, em sembla que s'ha de començar a reaccionar, per ara jo al menys no usaré el yahoo (no pretenc fer boicot popular és una decisió personal)!!
La entrevista culpidora i lo que diu la Noemi també ho vaig veure jo. La veritat sense embuts és que quan veig això se'm regira l'estomac i em donen ganes de plorar! M'avergonyeixo de la condició humana un dia més!
2008 i seguim amb una gran part de la població sense ser lliure! Increible!
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